¡Entérate!, ahora las finanzas y las redes sociales son amigas

Al fin las cosas van cambiando… hasta hace poco hablar de redes sociales y finanzas parecía mezclar agua y aceite. El sector financiero ha tardado en adaptarse al mundo online cuando más lo necesitaba, pero por suerte aún están a tiempo de aprovechar el gran potencial de estos medios para volver a conectar con clientes e inversores.  Nos encontramos ante el verdadero surgimiento de las finanzas 2.0, una nueva etapa que permitirá al sector la oportunidad de regenerarse y recuperar la confianza perdida.





Las redes sociales aportan tres beneficios que pocos medios ofrecen: inmediatez, cercanía y transparencia. Los inversores quieren tener la información al momento, de fuentes fiables y sin tener que buscar la letra pequeña, quieren saber dónde invierten y para ello se basan en la información disponible y en las recomendaciones. Según un estudio de Accenture, en EEUU el 40% de los inversores utilizan las redes sociales como fuente de información para invertir. Esta es una tendencia en alza que ofrece muchas oportunidades a las empresas del sector:

1. Información. Si existe un sector ligado a la información que le aporten valor. Las redes sociales ofrecen a las empresas la opción de elegir si esa información llega de sus manos o sesgada e incompleta por terceros.

2. Comunicación rápida y directa. Cuantas más facilidades demos y más accesibles seamos, mucho mejor será nuestra relación tanto con clientes como con inversores. Al igual que puedes contactar con un cliente por carta o email, ¿por qué no incluir las redes como una vía directa? No tiene sentido que un inversor tenga que esperar semanas para saber cómo evoluciona su fondo de inversión o cómo van sus acciones. Cuantas más facilidades demos mejor será la comercialización de nuestros productos.


3. Conocimientos. Tenemos la oportunidad de conocer las inquietudes de los inversores y saber cómo van cambiando sus necesidades. Además de ofrecernos una gran oportunidad de mejora como empresa, las propias redes nos permiten seguir formándonos como profesionales.

4. Reputación. Por desgracia, el sector financiero es uno de los que más crisis de reputación está viviendo. Es muy difícil recuperar la confianza de un cliente o inversor, pero mediante la transparencia se puede conseguir. Para ello se necesita una gran apuesta hacia la calidad y la cercanía.

Estás mismas oportunidades suponen un riesgo si no establecemos la estrategia y esfuerzos necesarios. Por un lado tenemos el peligro de la desinformación, ya que cada vez existen más contenidos y podemos caer en informaciones falsas. Para evitar esto mismo, debemos ser muy selectivos a la hora de escoger nuestras fuentes o filtrar los contenidos.





Por otro lado, siempre está el riesgo de cometer errores o recibir críticas, inherente a cualquier fórmula de comunicación. Siempre tenemos que tomar precauciones a la hora de compartir cualquier contenido u opinión, y pensarlo dos veces antes de enviar. Ponernos el sombrero de nuestro cliente y analizar las consecuentes nos servirá para evitar muchos errores.

Las finanzas empiezan a dejar de verse como trajes y corbatas hablando de números, y más como personas que necesitan informarse para gestionar sus ahorros, en las que se encuentran el marketing, forex, créditos, buros, donde las empresas pueden mostrar sobre sus circunstancias laborales. Las redes sociales nos ofrecen la posibilidad de escuchar a este cliente y adaptarnos a sus necesidades. ¿Sabrán las empresas del sector financiero aprovechar la ocasión?



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