1.- LOS HOMBRE SE ENAMORAN MENOS QUE LAS MUJERES
La biología nos dice que no es necesario involucrar sentimientos para reproducirnos. Basta el acto sexual. Sin embargo, la evolución intervino: las oportunidades de que la descendencia masculina sobreviva aumentan en tanto el macho se involucre en el cuidado de sus cachorros.
En el caso de los humanos esto es más que evidente: por eso, contrario a lo que se piensa, y gracias a un poderoso cóctel de hormonas, varios hombres, se comprometen con sus parejas, al menos emocionalmente.
2.- LOS HOMBRES TIENEN MAS AVENTURAS QUE LAS MUJERES
De acuerdo con la biología, él podría tener –literalmente– miles de hijos. Ella menos. Esto llevaría a los hombres a buscar reproducirse indiscriminadamente, mientras las mujeres tendrían que esperar al menos hasta que sus cachorros pudieran valerse por sí mismo.
Pero la modernidad cambió todo: hoy ellas retrasan el momento de tener hijos o de plano prefieren no ser madres. Para ello tienen a su disposición los métodos anticonceptivos. Y por tanto: han hecho del orgasmo su derecho. Así, las “aventuras de una noche”, hoy son privilegio de ambo sexos.
Una vez más, la biología desmiente este lugar común: mientras la fertilidad femenina termina, alrededor de sus cincuenta, la capacidad reproductiva masculina no declina, y cómo explica el Dr. Winter, básicamente la muerte es lo único que se lo impediría y este temor –inconsciente, desde luego– es lo que lleva a los hombres a confundir un catarro con una embolia.
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