¿Porque es tan difícil olvidar a tu ex?


Sí, duele cuando alguien se va de nuestra vida, aunque nos la haya hecho terrible, llega la añoranza, la pesada melancolía, en ocasiones acompañada de cierta liberación por haber cerrado un ciclo, pero no deja de sentirse feo. Su recuerdo aparece cuando menos lo esperas: lo sueñas, lo piensas y no dejas de preguntarte cómo sería su relación ahora.

Incluso puedes estar saliendo con alguien nuevo, pero la imagen de tu ex empaña el panorama y no ves ni disfrutas el presente. ¿Qué es lo que te esta pasando?



¿En qué lo convertiste?

Por ahí dicen que nos enamoramos no de las personas, sino de lo que somos cuando estamos a su lado. Y cuando ese objeto de nuestro afecto se va, tenemos que rediseñarnos, casi recogernos como migajas. Entonces, en la pérdida de ese “cacho” de nosotras dotamos a nuestra pareja del pasado de atributos y virtudes que nunca tuvo, o sea, meros espejismos.



Sacúdetelo ¡ya!, tú eres tú

Hablamos en serio, no eres una relación ni lo que implica (como tener con quién ir a una fiesta o a quién presumir a tus amigas), ni los viajes que hiciste con él: tú eres tú y eres mucho más que todo eso. Cuando empieces a concientizarlo y a dejar de verlo como la razón de tu vida, dejarás de tratar de sustituirte o de cubrir el espacio con la imaginaria autodefensa.

Acepta que mereces más

El merecimiento es comprender que vales demasiado como para continuar en una experiencia que te roba la paz. Con todas tus células, compréndelo y deja de revolcarte en el viejo dolor o en las situaciones que “pudieron ser”.

Desarrolla una nueva visión

Olvidar, lo que se dice hacerlo, es imposible. Pero sí es factible dejar ir a la gente. Ya no luches, véncete. Date cuenta de que las cosas fueron como tenían que ser. Esa visión no es de derrota, sino de aceptación.

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